Michaël Moisseeff es un nariz acostumbrado a los aromas inéditos. Creó una fragancia que reproduce el olor que descubrieronlos astronautas al viajar a la luna.

Él se define como un “escultor de aromas”. El nariz Michaël Moisseeff, creador de fragancias, fue el primero en reproducir un olor muy particular: el de la luna. Para ello, se basó en el relato de los astronautas. "Mientras llevaban la escafandra en la cabeza, con varias capas de traje, no sentían olores, obviamente. Sin embargo, cuando entraron al módulo y se la quitaron, el olor de la cabina había cambiado y podía sentirse ese aroma a polvo negro quemado", cuenta.

Luego, Michaël Moisseeff revela los secretos de su fragancia lunar. "Es un perfume mineral, de carbón desulfurizado con efluvios de calcio. El olor es una materia; está formada por moléculas que circulan en el aire y entran por las fosas nasales, donde se encuentra un sensor. Este podría imaginarse como un conjunto de cerraduras pequeñas, y las diminutas moléculas de los olores serían las llaves", explica.

El olor de la luna puede descubrirse en la Cité de l'espace de Toulouse, en Haute-Garonne. El objetivo es "ofrecer al visitante una experiencia tan original como la que vivieron los astronautas en la luna", según Xavier Penot, mediador científico en la Cité de l'espace. Una sonda china ya alunizó, en enero de 2019, mientras que las previsiones de los programas lunares de Corea del Sur y Japón apuntan a fines de 2020 y 2021. Estados Unidos prepara su regreso al suelo lunar para 2024.

Michaël Moisseeff es nariz y está acostumbrado a los efluvios desconocidos. Ha diseñado un perfume que recrea el olor que percibieron los astronautas al pisar la luna.

Se autodenomina «escultor de aromas» y se dedica a crear perfumes. Michaël Moisseeff, nariz, es el primero en recrear un olor tan particular como el de la mismísima luna. Para ello, se basó en los testimonios de algunos astronautas. «Con la escafandra sobre la cabeza, el traje y demás, evidentemente no perciben los olores. Sin embargo, al volver a su módulo, se quitan la escafandra y, al retirarla, se dan cuenta de que el olor de la cabina ya no es el mismo: huele como a pólvora negra quemada», desvela.

Michaël Moisseeff nos confía los secretos de su perfume lunar. «Buscaba un aroma mineral, así que utilicé carbón bajo en azufre y luego derivados del calcio. El olor es materia, se trata de moléculas que circulan por el aire y se introducen en los orificios nasales, donde hay un receptor. Una vez ahí, digamos que hay pequeños cerrojos y que esas diminutas moléculas de olor hacen las veces de llaves», explica.

El olor de la luna está disponible en la Ciudad del Espacio en Toulouse (Alto Garona). El objetivo de exponerlo ahí es que «el visitante pueda disfrutar de una experiencia casi tan auténtica como la que vivieron los astronautas sobre la luna», nos cuenta Xavier Penot, mediador científico de la Ciudad del Espacio.

En enero de 2019, una sonda china alunizó. Los programas lunares de Corea del Sur y de Japón planean visitar el astro a finales de 2020 o en 2021. Estados Unidos, por su parte, también prepara su regreso a la luna de aquí a 2024.

Michaël Moisseff es un perfumista familiarizado con aromas inexplorados. El ha creado un perfume que recrea el aroma que los astronautas descubrieron cuando fueron a la luna.

Se autodenomina como un ‘escultor de aromas’. El creador de perfumes Michaël Moisseff es el primero en fabricar un aroma particular: El olor de la Luna. Se basó en los testimonios de los astronautas: "Están completamente cubiertos con el traje espacial, con todo el atuendo y el casco, y por supuesto no pueden oler. Sin embargo, al entrar a su módulo espacial, se quitarán el traje, y después de quitarse todo, el olor de la cabina ha cambiado y ahora huele a pólvora quemada ”, revela el perfumista.

Michaël Moisseff revela los misterios de su fragancia: “La clave se encuentra en los minerales, en el carbón desulfurado y en el exceso de calcio. El olor es materia, son moléculas que circulan en el aire, que entran por las fosas nasales donde se encuentran los receptores olfativos. Y es aquí donde estas moléculas de aroma son las llaves para abrir las cerraduras a los olores”, explica el perfumista.

El aroma de la luna se puede encontrar en la Ciudad del Espacio (Cité de l'Espace en francés) en Toulouse (Haute-Garonne). Según el mediador científico de la Cité de l'Espace Xavier Penot, el objetivo es “permitir a los visitantes una experiencia tan auténtica como la de los astronautas pudieron vivir en la luna”. En enero de 2019 aterrizó una sonda china mientras que los programas lunares de Corea del Sur y Japón apuntan a finales de 2020 y 2021. Estados Unidos prepara el regreso al suelo lunar para el 2024.

Michaël Moisseeff es «una nariz» acostumbrada a explorar olores. Esta vez, ha creado un perfume que reconstituye el olor que los astronautas percibieron al llegar a la Luna.

Michaël Moisseeff es un creador de perfumes, lo que se denomina «una nariz», y se califica a sí mismo como un «escultor de aromas». Es el primero en sintetizar un olor muy particular: el olor de la Luna. Para lograrlo, se basó en testimonios de astronautas. «Tienen puesta la escafandra en la cabeza, su traje y su protección, por supuesto que en ese momento no sienten nada. Pero cuando vuelven al módulo y se quitan la escafandra, el olor de la cabina ya no es el mismo, huele a una especie de polvo negro carbonizado», revela.

Michaël Moisseeff nos revela los enigmas de su perfume lunar. «Se trata de un mineral, de carbón desazufrado, y también de derivados del calcio. Un olor es una materia, hay moléculas que circulan en el aire, que entran por las fosas nasales, donde tenemos una especie de sensor. En él, podemos imaginar que hay pequeñas cerraduras y que cada molécula es una llave», explica.

El olor de la Luna se puede descubrir en la Cité de l'espace de Toulouse (Alta Garona). El objetivo es ofrecerle «al público una experiencia tan original como la que vivieron los astronautas en la Luna», según Xavier Penot, el mediador científico de la Cité de l'Espace. Una sonda china alunizó en enero del 2019 mientras que los programas lunares de Corea del Sur y de Japón apuntan a fines del 2020 y al 2021. Por su parte, los Estados Unidos buscan volver a pisar el suelo lunar para el año 2024.

Michaël Moisseeff es un perfumista acostumbrado a los aromas inexplorados. Ha creado un perfume que reproduce el olor que descubrieron los astronautas cuando fueron a la Luna.

Dice ser un «escultor de aromas». El creador de perfumes Michaël Moisseeff, un perfumista, ha sido el primero en recrear un olor muy particular: el de la Luna. Para ello, se ha basado en testimonios de astronautas. «Llevan la escafandra en la cabeza, el traje y el sobretraje y, evidentemente, no perciben ningún olor. Sin embargo, luego vuelven a su módulo, se quitan la escafandra y, cuando se quitan todo, el olor de la cabina ha cambiado y huele a pólvora negra quemada», revela.

A continuación, Michaël Moisseeff desvela los misterios de su perfume lunar. «Se trata de mineral, concretamente, carbón desulfurado, y también de derivados del calcio. Un olor es una materia, moléculas que circulan por el aire, que han entrado por las fosas nasales, donde está el sensor. Dentro de él hay pequeñas cerraduras, y hay que considerar que estas pequeñas moléculas de olores son llavecitas», explica.

El olor de la Luna se encuentra en la Cité de l’Espace de Toulouse (Francia). Según Xavier Penot, mediador científico de la Cité de l’Espace, el objetivo es «hacer que el visitante tenga una experiencia tan original como la que han vivido los astronautas en la Luna». Una sonda china ya alunizó en enero de 2019, mientras que los programas de investigación de la Luna de Corea del Sur y Japón tienen como objetivo finales de 2020 y 2021. Estados Unidos está preparando su regreso al suelo lunar para 2024.

Michaël Moisseff es un catador de olores habituado a aromas inexplorados. Ha creado un perfume que reproduce el olor que los astronautas descubrieron cuando viajaron a la luna.

Se hace llamar «escultor de aromas». El creador de perfumes, Michaël Moisseff, ha sido el primer catador de olores en reproducir un aroma muy particular: el de la luna. Para ello, se ha basado en los relatos de algunos astronautas. «Cuando llevan el casco y el traje espacial, evidentemente, no sienten el olor. En cambio, cuando vuelven a su módulo y se quitan el traje, el olor de la cabina cambia a uno que recuerda el de la pólvora quemada», revela.

Después, Michaël Moisseff expone los misterios de su fragancia lunar. «Es un entorno mineral, por lo tanto, carbón desulfurado y derivados de calcio. El olor es una materia, unas moléculas que circulan por el aire hasta llegar al receptor a través de las narinas. En el receptor hay una especie de minicerraduras y esas moléculas son como pequeñas llaves», explica.

El olor de la luna se puede encontrar en la Ciudad del Espacio en Toulouse (Haute-Garonne). El objetivo es «permitir que los visitantes vivan una experiencia tan real como la que vivieron los astronautas en la luna», según Xavier Penot, mediador científico de la Ciudad del Espacio. Una sonda espacial china ha alunizado en enero de 2019, mientras que los programas espaciales de Corea del Sur y Japón pretenden hacerlo a finales de 2020 y 2021. Estados Unidos se prepara para regresar a la superficie lunar en 2024.

Michaël Moisseeff es una Nariz habituada a los efluvios inexplorados. Ha creado un perfume que simula el olor que los astronautas descubrieron cuando fueron a la Luna.

Se hace llamar "escultor de aromas". Creador de perfumes, Michaël Moisseeff, una Nariz, es el primero en haber simulado un olor bien especial: el de la Luna. Para ello se ha basado en los testimonios de los astronautas. "Están con la escafandra en la cabeza, con el uniforme y el subuniforme, y como es evidente no notan ningún olor. Por contra, quieren volver a su módulo, subirse la escafandra y, allí subiéndose todo, el olor de la cabina ha cambiado y se puede sentir cómo el polvo negro quemado se revela.

Michaël Moisseeff desvela enseguida los misterios de su perfume lunar. "Sale del mineral, del carbón desazufrado, y por último de los derivados del calcio. Un olor es una materia, moléculas que circulan por el aire, entran por la nariz, donde está el captador. Y dentro de este mismo, hay pequeñas cerraduras, y estas pequeñas moléculas de olor deben considerarse como las llavecitas que las abren", explica.

El olor de la Luna se puede encontrar en la Ciudad del espacio en Toulouse (Haute-Garonne). El objetivo es el de "permitir al visitante una experiencia igual de original a la que los astronautas han vivido en la Luna", comenta Xavier Penot, mediador científico de la Ciudad del espacio. Una sonda china ya alunizó en enero de 2019, mientras que los programas lunares de Corea del Sur y Japón lo prevén para finales de 2020 y 2021. Los Estados Unidos preparan su retorno al suelo lunar en el horizonte de 2024.

Michaël Moisseeff es Nariz de profesión, por lo que está acostumbrado a los efluvios aún sin explorar. Moisseeff inventó un perfume que emana un olor que descubrieron los astronautas cuando andaban de viaje por la luna.

Autodenominado «escultor de aromas»; como creador de fragancias, Michaël Moisseeff es el primero en haber recreado un olor muy particular: ¡el de la luna! Para hacerlo, se basó en los testimonios de los astronautas: «Traen la escafandra en la cabeza, además de tener puesto el traje espacial y las prendas debajo, por lo que evidentemente no logran oler nada. Sin embargo, cuando vuelven a entrar a su módulo, se quitan la escafandra y todo lo demás; el olor de la cabina ha cambiado y se siente ese polvo negro chamuscado»», revela.

Michaël Moisseeff desvela después los misterios de su perfume lunar: «Nos basamos en el mineral, el carbón desulfurado, así como los derivados del calcio. Un olor es una materia, moléculas que circulan en el aire y que vuelven a entrar por las fosas nasales, que es en donde se encuentran los sensores. Es en tales fosas que encontramos pequeñas cerraduras, y hay que considerar que estas pequeñas moléculas de olores son como pequeñas llaves», nos explica.

El olor de la luna se puede encontrar en la Ciudad del espacio en Toulouse (departamento francés de Alto Garona). El objetivo es «ofrecer al visitante una experiencia lo más parecida posible a la que han vivido los astronautas en la luna», de acuerdo con Xavier Penot, mediador científico en la Ciudad del espacio. Una sonda china ya alunizó en enero de 2019, mientras que los programas lunares de Corea del Sur y de Japón lo tienen programado para finales de 2020 y 2021. Los Estados Unidos están preparando su regreso al suelo lunar para el 2024.

La nariz de Michaël Moisseff está acostumbrada a olores inexplorados. Ha creado un perfume que recrea la esencia que los astronautas descubrieron cuando llegaron a la luna.

Se llama a sí mismo escultor de aromas. Creador de perfumes, Michaël Moisseff es el primero en haber reconstruido un olor muy particular: el de la luna. Basó su trabajo en los testimonios de los astronautas. "Soportan el peso del traje y una gran presión, y por supuesto no huelen ningún olor. Pero regresarán a su módulo, se quitarán el traje, y cuando se quiten todo lo demás, el olor de la cabina habrá cambiado y ese olor será el de la pólvora negra queda", dijo.

Michaël Moisseff revela los misterios de su perfume lunar. "Estamos en el mundo mineral, así que nos encontramos en el carbón desulfurado y el calcio que se deriva. Un olor es una materia, moléculas que circulan por el aire, que han entrado por las fosas nasales, donde está el sensor. Y en ésta, hay pequeñas cerraduras, y hay que considerar que estas pequeñas moléculas de olores son pequeñas llaves", explica.

El olor de la luna se encuentra en la Cité de l'espace de Toulouse (Haute-Garonne). El objetivo es "permitir que los visitantes tengan una experiencia tan original como la que sintieron los astronautas en la Luna", según Xavier Penot, mediador científico de la Cité de l'Espace. Una sonda china ya aterrizü en enero de 2019, mientras que los programas lunares de Corea del Sur y Japón apuntan a finales de 2020 y 2021. Estados Unidos están preparando su regreso a la Luna para el 2024.

Michaël Moisseeff es una Nariz acostumbrada a olores inexplorados. Creó un perfume que reconstituye el olor que los astronautas pudieron descubrir cuando fueron a la luna.

Él se dice ser "escultor de aromas". El creador de perfumes, Michaël Moisseeff, una Nariz, es el primero en reconstituir un olor muy particular: el de la luna. Se basa en los testimonios de los astronautas. "Llevan el casco en la cabeza, con el traje y la vestimenta de ventilación, y evidentemente no pueden oler. En cambio, regresan a su módulo, se quitan el casco y hasta entonces, habiéndose quitado todo, el olor de la cabina ha cambiado y huele a pólvora negra quemada", revela.

Michaël Moisseeff revela entonces los misterios de su perfume lunar. "Se trata del mundo mineral, entonces carbón desulfurado y luego derivados del calcio. Un olor es una materia, moléculas que circulan por el aire, que entran por las fosas nasales, donde está el sensor. Y ahí, hay pequeñas cerraduras y es necesario considerar que estas pequeñas moléculas de olor son pequeñas llaves", explica.

El aroma de la luna se encuentra en la Ciudad del espacio en Touluse (Alto Garona). El objetivo es "permitir a las visitas una experiencia tan original como la que los astronautas pudieron vivir sobre la luna", explica Xavier Penot, mediador científico de la Ciudad del Espacio. En enero de 2019, aterrizó una sonda china y los programas lunares de Corea del sur y Japón apuntan para hacerlo a finales de 2020 y 2021. Estados Unidos prepara su regreso a la tierra lunar para 2024.